La agilidad se centra en las personas como el motor principal del cambio y la mejora. En lugar de seguir procesos rígidos o enfocarse únicamente en la entrega de productos, la agilidad valora la interacción, la colaboración y el bienestar de los equipos como elementos esenciales para generar valor. Según el Agile Manifesto, la agilidad prioriza las relaciones humanas y la comunicación por encima de la formalidad de los procesos y la documentación exhaustiva. Esto impulsa una cultura organizacional que promueve la confianza, la transparencia y el aprendizaje continuo, permitiendo que los equipos se adapten rápidamente a las necesidades cambiantes y trabajen de manera más eficiente y motivada.
Al poner a las personas en el centro, la agilidad permite una transformación cultural profunda, donde el desarrollo del talento y la cohesión del equipo son pilares fundamentales. En este entorno, la mejora continua y la capacidad de responder de manera ágil al cambio se convierten en prácticas habituales, integradas en la forma de trabajo y en la cultura de la organización.
No obstante, en la realidad, estamos acostumbrados a trabajar en organizaciones con estructuras rígidas y jerarquías poco flexibles, donde el cambio y la implementación de nuevas prácticas es limitado. Este enfoque tradicional no deja mucho espacio para que los equipos puedan crear un entorno de trabajo más armonioso, transparente y basado en la confianza. La falta de flexibilidad tiende a sofocar la creatividad y dificulta la adaptación a los cambios, lo que afecta tanto a la eficiencia como al bienestar de los equipos. Para lograr una verdadera transformación, es fundamental reconfigurar la forma en la que trabajamos y promovemos la colaboración.
Desde Kubadili, pensamos en la agilidad como nuestro principal pilar de trabajo. La agilidad no solo nos hace más rápidos y flexibles al cambio, sino que también promueve conversaciones honestas en el equipo. Nos permite crear un ambiente donde la comunicación abierta y la confianza son prioritarias, impulsando la mejora continua. Por eso, queremos compartir tres estructuras liberadoras que pueden ayudar a mejorar la cultura organizacional de los equipos:
TRIZ: ¿Qué debemos dejar de hacer para avanzar en nuestro propósito más profundo? Esta actividad permite tener conversaciones difíciles en un contexto amigable, lo que facilita abordar temas que de otra manera no surgirían. Es ideal para recobrar el sentido de pertenencia en el grupo de trabajo y revisar los objetivos finales de la organización y del equipo.
Planificación Ecocíclica: Con esta herramienta es posible eliminar los «cuellos de botella» que sofocan el desempeño. La planificación ecocíclica permite revisar el portafolio de actividades del equipo, identificar los elementos que impiden disponer de los recursos necesarios y cuáles generan rigidez, dificultando el progreso. Es una forma eficaz de priorizar y planificar acciones con todos los involucrados de manera simultánea.
Open Space: Este espacio es clave para liberar la creatividad y co-construir agendas comunes. Promueve la participación activa de todos los miembros del equipo, generando un entorno donde las ideas fluyen y se transforman en acciones concretas.
Sin embargo, sabemos que muchas veces, estando sumergidos en el trabajo diario, es difícil identificar los desafíos que enfrenta un equipo. Por eso, en Kubadili te ofrecemos la posibilidad de agendar una sesión gratuita con Agenda con tu Coach. Este espacio te permitirá contar con la mirada de un tercero experto que puede ayudarte a detectar esos desafíos invisibles y proponerte soluciones y acciones concretas para avanzar. Puedes encontrar más información y agendar tu sesión aquí.
Si quieres saber más sobre cómo implementar estas metodologías u otras herramientas ágiles, te invitamos a ver nuestra masterclass sobre agilidad en equipos.
Comments