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EL ORDEN QUE AFLORA DESDE EL CAOS: EL CASO DEL CAMPUS URBANO DE TECHO

Actualizado: 5 sept 2023

Acompañamos en el diseño y la facilitación de un Open Space del que participaron miles jóvenes y habitantes de asentamientos populares de toda América Latina.


CONTEXTO:


TECHO es una organización sin fines de lucro que está presente en 19 países de América Latina y busca superar la situación de pobreza en la que viven millones de personas en asentamientos populares, mediante el trabajo conjunto entre sus habitantes y juventudes voluntarias. En el marco de su campaña CiudadesXJóvenes, reunió cerca de 1000 jóvenes y habitantes de asentamientos populares durante 4 días en Buenos Aires, Argentina, en un evento llamado Campus Urbano; con el objetivo de sumar la voz de la juventud al Plan de Acción Regional de la NAU y los ODS.


ESCUCHA DEL DESAFÍO:


TECHO se acercó con un desafío claro: colaborar en conjunto para crear y facilitar espacios que nutrieran al Plan de Acción Regional a través de propuestas concretas. El objetivo de estos espacios es que fueran ante todo participativos; y que ninguna de las voces participantes se perdiera en la multitud. Además, generamos un taller de agilidad con el equipo de TECHO, durante el cual desarrollamos una capacitación en diferentes metodologías y herramientas ágiles para que estuvieran preparados para el evento. Asimismo, en este taller reflexionamos sobre las dinámicas de trabajo en la organización.


DISEÑO METODOLÓGICO:


Los equipos de Kubadili y TECHO optaron por generar un Open Space (literalmente “Espacio Abierto”) durante el Campus Urbano; una metodología que permite que grupos grandes de personas tengan conversaciones simultáneas y auto-organizadas, definiendo la agenda colaborativamente. Sin embargo, a la hora de comenzar a planear este ambicioso evento, nuevos retos no tardaron en surgir.


En principio, TECHO trabaja con conflictos habitacionales en ciudades fragmentadas y caóticas. Esto se tradujo en la necesidad de registrar las experiencias disímiles de las personas que habitan cada territorio particular a lo largo del evento, fueran grandes metrópolis o urbes pequeñas. Por otro lado, el alcance de TECHO es tan amplio que era necesario también asegurar fluidez en la comunicación entre distintas culturas y, particularmente, con participantes de Brasil y Haití, quienes se enfrentaban a una dificultad adicional: la barrera idiomática. Estas dificultades, asimismo, debían sortearse en 18 posibles espacios de diálogo simultáneos y con un límite de tiempo.


Estos factores hicieron que ambos equipos tuvieran que organizarse de forma flexible, usando herramientas -como Mural- para poder volver sobre el plan y hacer todos los ajustes necesarios con el transcurso del tiempo.



Días antes, los equipos exploraron el predio del evento y preparon el espacio. Allí, el equipo de Kubadili se reunió con 18 integrantes de TECHO de distintas delegaciones de América Latina para realizar un taller de introducción a la agilidad. Durante este espacio, que también funcionó como prueba piloto del Campus Urbano, compartimos conocimientos sobre cómo llevar a cabo dinámicas participativas, haciendo énfasis en el rol del facilitador y la importancia de generar una cosecha al final de estas dinámicas, para cerrar conversaciones y registrar lo aprendido. Los delegados asumieron con naturalidad los roles de facilitadores, y salieron de esta jornada con nuevos conocimientos para compartir las delegaciones que no habían llegado a Buenos Aires.


EVENTO Y RESULTADOS:


Luego de mucha planificación, el 28 de octubre de 2018 el Campus Urbano abrió sus puertas a centenares de jóvenes y representantes de diferentes organizaciones de toda Latinoamérica; todos ellos preparados para dar inicio a cuatro días de aprendizaje, reflexión y colaboración.


A lo largo de esas jornadas, Kubadili facilitó el armado de las agendas colaborativas durante tres días consecutivos, además de controlar los tiempos y las temáticas de las conversaciones que se fueron generando en los diferentes espacios desde el escenario principal.


A lo largo de esas jornadas, hubo 18 espacios de conversación distintos, en los que se dieron dos conversaciones consecutivas, separadas por unos minutos de tiempo para permitir que los y las asistentes lograsen congregarse y darle un cierre concreto a cada conversación a través de una cosecha. Se estableció una lógica de color para identificar a cada espacio de conversación más simple. Aunque esta lógica generó confusión y demoras durante el primer día, durante la segunda jornada ubicamos ciertos colores en lugares específicos del predio, agilizando mucho la conformación de grupos de conversación.


Además del armado de las agendas colaborativas, también co-creamos una bitácora personal compacta para los asistentes y un tablero compartido de busco-ofrezco. La bitácora incluía los valores del Campus Urbano, una agenda de actividades y un mapa de experiencias, para que los participantes pudieran registrar las sensaciones de cada día y las preguntas articuladas durante las diferentes conversaciones. También dejamos un espacio libre en la bitácora para que, al finalizar el evento, pudieran realizar su propia cosecha del mismo, para reflexionar sobre lo conversado y aprendido. El tablero de busco-ofrezco, por otra parte, podía ser utilizado por los asistentes para hacer pedidos u ofrecimiento a los demás. Esta actividad fue clave para generar vínculos entre personas desconocidas.


EN LA VOZ DE LOS PROTAGONISTAS:


Si tuviera que destacar algo en particular del equipo de Kubadili es la flexibilidad de adaptarse a todos los cambios que tuvo el evento. Desde el foco en la conversación y las nuevas ideas hasta los ajustes que fueron surgiendo de un momento para otro. Siempre estuvieron ahí presentes y alertas, aprovechando cada cambio como una oportunidad para hacer mejor la experiencia”. Manifiesta Marcos Wolff, miembro de la delegación de TECHO en Argentina.


"Las personas que participaron del proceso quedaron muy motivadas y se llevan estas herramientas a sus territorios y sus contextos. Sin ir más lejos, en las reuniones internas que tuvimos un mes después en el equipo internacional ya estábamos proponiendo espacios de participación con facilitación gráfica, cosechando en cada conversación ¡Fue una experiencia muy importante para el equipo!". Señaló Marcos Wolff, miembro de la delegación de TECHO en Argentina.


RESULTADOS EN NÚMEROS:

  • El evento duró 4 días y 29 horas en total

  • Se cosecharon datos de 100 conversaciones entre las personas participantes

  • Participaron del encuentro cerca de 1000 jóvenes y habitantes de asentamientos populares y representantes de 70 organizaciones.

  • Participaron más de 50 personas especialistas y voluntarias de TECHO

  • Participaron 3 especialistas de Kubadili en la facilitación del evento



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